En muchas ocasiones se escucha que la voz lírica no gusta, que suena artificial, que es más bonita una voz natural. La primera pregunta que se me ocurre es ¿qué quiere decir una voz natural? Y después habría que discutir cuáles son las cualidades que una voz lírica necesita que la alejan de esa «naturalidad». ¿Se puede cantar ópera de manera natural? ¿Es adecuada esta técnica lírica para otros estilos?
La palabra artificial significa hecho por el hombre y deriva del latín artificialis, formada por artis (obra creativa) y facere (hacer). Parece claro que la técnica lírica es artificial, lo que es discutible es que este rasgo tenga la carga negativa o incluso peyorativa que algunos le quieren dar. ¿Acaso es natural tratar de lograr que se escuche cantar en una sala para 2.000 personas con una orquesta de 100 músicos por delante y sin micrófono? La técnica vocal ha tenido que irse adaptando a unas salas de concierto y teatros cada vez más grandes, y a un escritura orquestal que ha evolucionado continuamente hacia el incremento de los componentes de la orquesta, con unos instrumentos cuya propia evolución los ha llevado hacia un sonido más brillante y potente. Otra cosa diferente es que esta técnica, imprescindible en la ópera, sea necesaria o adecuada para otros géneros musicales.
La ópera, la opereta, la zarzuela o el oratorio, géneros musicales exitosos en el pasado, han sido desplazados en los gustos musicales de la mayoría en la actualidad por el musical y la música popular, precisamente ahí donde el micrófono es elemento imprescindible y casi protagónico. Emplear la técnica lírica allí donde el micrófono la puede sustituir se antoja un esfuerzo, cuando menos, inútil, por mucho que Il Divo y otros «artistas» similares se hayan buscado su cuota de mercado. Aquí es donde la «naturalidad» es deseable. Pero seguimos sin saber qué significa esto.
La técnica de canto lírico necesita de cuatro elementos básicos para desarrollarse:
- Apoyo costo-abdominal
- Laringe baja y relajada
- Glotis cerrada
- Velo del paladar elevado
Con el estudio paciente de estos cuatro elementos fundamentales se consigue sacar el máximo provecho al instrumento vocal. Sería por tanto deseable que todo buen canto, sea en el género que sea, exigiese de estos elementos para otorgar el calificativo de sonido bello; sin embargo, hay un elemento que no resulta imprescindible gracias al micrófono, y éste es la necesidad de una laringe baja. El principal objetivo de bajar la laringe es el de aumentar la longitud del tracto vocal y añadir al sonido fundamental la resonancia de las cavidades inferiores de la misma. Esto aumenta considerablemente el caudal vocal, algo innecesario cuando contamos con un micrófono y un ingeniero de sonido que se preocupe del balance del sonido. Por lo tanto, un cantante que maneje los elementos 1, 3 y 4, y que del 2 lo que aplique sea la relajación de la laringe, será un cantante bueno y «natural».
El problema nos lo encontramos cuando lo que quieren decir por natural se refiere a cantar de cualquier manera, como lo haría uno mientras plancha, se ducha o pasa la aspiradora, sin la menor noción técnica y sin otro propósito, en el mejor de los casos, que afinar e ir a tempo. Por desgracia, son muchos los «artistas» de éxito así en nuestros días.
En un artículo perteneciente al libro Voz profesional y artística (Editorial Formación Alcalá, 2014), firmado por los doctores Juan Gálvez Pacheco, Ana Ortiz Salto y Marisol Sánchez Torices encontramos esta frase: «La alteración de la voz puede ser la responsable del éxito de un profesional, algo no infrecuente en el mundo del canto, periodismo…donde encontramos voces acústicamente pésimas, incluso con presencia de alteraciones orgánicas en cuerdas, que si las tratáramos arruinaríamos sus carreras profesionales.» Poco que añadir.
El último punto del tema que queda por dilucidar es si la técnica lírica es adecuada para otros estilos. Bien, aquí la cuestión del gusto personal es insoslayable. Al que le guste Il Divo, o Plácido Domingo cantando Guantanamera, le parecerá maravilloso, y al que como el que esto escribe le rechinen los oídos, le parecerá espantoso. Creo que la música popular tiene sus diferentes estilos, y así como cantar Nessun dorma como lo hace Albano debería estar perseguido en el Código Penal, utilizar la técnica lírica para cantar Amapola no resulta menos delirante. Esto no significa que un cantante de ópera no pueda cantar otros estilos adecuadamente, ya que si sabe dejar que su laringe se relaje y se despreocupe por mantenerse baja, su voz estará perfectamente adecuada en estilo y será un sonido bello.
Aquí os dejo dos ejemplos de cantantes de ópera que supieron cómo interpretar otros géneros musicales. El bajo Cesare Siepi en una canción de Cole Porter, Begin the begin.
https://www.youtube.com/watch?v=ILDl8U_dWZg
Y el tenor Luciano Pavarotti en la canción de Lucio Dalla Caruso.